Sobre La Imaginación en Jung

febrero 14, 2020




Toda buena idea y todo trabajo creativo son hijos de la imaginación, y tienen su fuente en lo que uno se complace en llamar fantasía infantil. No sólo el artista, sino cada individuo creativo debe todo lo que es más grande en su vida a la fantasía. El principio dinámico de la fantasía es el juego, una característica también del niño, y como tal parece incompatible con el criterio de un trabajo serio. Pero sin este juego con la fantasía ningún trabajo creativo ha nacido todavía. La deuda que tenemos con el juego de la imaginación es incalculable. (Jung 1921, par. 93)

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 Cuando habla de juego, fantasía e imaginación, su espíritu parece elevarse. Cita a Schiller, que dijo que la gente es completamente humana sólo cuando está jugando. De sus experimentos con el juego de construcción, conocía el poder creativo y curativo del juego simbólico. Estudios posteriores han confirmado las ideas de Jung: Allan (1988), Erikson (1963), Roberts y Sutton-Smith (1970), C.T. Stewart (1981), L.H. Stewart (1982), y Winnicott (1971) están entre los que reconocen la función curativa del juego y la imaginación. Como muchas de sus ideas, la temprana comprensión del juego por parte de Jung anticipó los desarrollos posteriores en la corriente terapéutica (Samuels 1985, págs. 9-11). La gran alegría del juego, la fantasía y la imaginación es que durante un tiempo somos totalmente espontáneos, libres de imaginar cualquier cosa. En tal estado puro de ser, ningún pensamiento es "impensable". Nada es "inimaginable". Por eso el juego y la imaginación tienden a ponernos en contacto con el material que normalmente se reprime. En el juego espontáneo y dramático de la niñez, las situaciones de la vida se representan simbólicamente, pero esta vez el niño tiene el control. El niño adquiere un sentido de dominio al representar pequeños dramas voluntariamente con una muñeca, un animal de peluche, o tal vez un compañero imaginario, o una mascota, hermano o amigo. A diferencia de la experiencia original que puede haber sido abrumadora, en el juego el niño llega a imaginar todo tipo de variaciones y resoluciones creativas; por ejemplo, un compañero imaginario puede aportar coraje, fuerza, poderes mágicos - lo que sea necesario. A veces la inversión de roles ayuda. La clave para el proceso de curación transformativa es - el juego es divertido. De una manera aparentemente mágica, las emociones que mejoran la vida (alegría e interés) modulan y transforman las emociones de la crisis (Stewart 1987a, 1987b). Parece claro que el juego simbólico se basa en un proceso psicológico innato que cura el dolor emocional.

Para Jung, la imaginación es "la actividad reproductiva o creativa de la mente en general... La fantasía como actividad imaginativa es idéntica al flujo de energía psíquica' (1921, par. 722). Ya seamos niños o adultos y seamos conscientes de ello o no, la actividad imaginativa continúa todo el tiempo. Se expresa de muchas maneras, incluyendo el juego, los sueños, la fantasía, la imaginación creativa y la imaginación activa.

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